Reflexión 17 – La pregunta del millón 4 noviembre 2009
Posted by ElConfidenteXXI in Honestidad.Tags: Comportamiento, Honestidad
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¿Recomendaría mi empresa a un familiar o amigo? En mi caso, no. En absoluto.
¿Y por qué respondo de tal manera, sin dudas o reparos? Pues por dos razones. La primera es de cara al cliente: el valor del servicio que aportamos no se corresponde con la desorbitada suma de dinero que cobramos. Por lo tanto, nunca recomendaría mi empresa a un familiar o un amigo. Le estaría estafando.
La segunda razón es de carácter interno a la empresa. Una empresa dirigida por directores incompetentes está abocada a la bancarrota. ¿Pondría la compañía de un familiar o amigo en este tipo de manos? No.
Llevando esta reflexión a sus últimas consecuencias, me pregunto, ¿Entonces por qué sigo trabajando aquí? La razón es simple: intento ganar tiempo para buscar algo mejor.
¿Y vosotros, recomendaríais vuestra empresa a un familiar o amigo? La dichosa preguntita da mucho que pensar…
Reflexión 12 – Me has vendido la moto … 26 octubre 2009
Posted by ElConfidenteXXI in Gestión del talento, Honestidad.Tags: Honestidad, Profesionalidad
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En mi opinión, las empresas españolas destacan por tener unos procesos de gestión de recursos humanos realmente insuficientes en comparación con nuestros vecinos europeos. Lo digo en base a mi experiencia y la de múltiples amigos y compañeros que han trabajado en diversos sectores y países. Resumiendo: somos chapuceros.
En mi empresa – como en todas – cuando entrevistamos a un candidato, le vendemos la moto y el sidecar sin ningún tipo de reparo. El problema es que somos inconscientes de que este tipo de actuaciones son nefastas para la relación empresa-empleado. Con algunas excepciones, la gente no es tonta y, por lo tanto, si aceptan el trabajo acabarán descubriendo que les mentiste. Podemos utilizar cualquier tipo de eufemismo para justificar nuestra conducta, pero al final todos sabemos cuando estamos engañando a alguien.
Mi consejo al respecto es este: cuenta las cosas como son. Baja las expectativas del candidato y encontrarás dos tipos de reacciones:
1. Los candidatos que son realistas, entienden los retos y están dispuestos a dejarse la piel para buscar soluciones y sacar la empresa adelante.
2. Los candidatos que no están dispuestos a realizar los sacrificios necesarios para resolver la situación.
Esta actuación tiene varias ventajas. Contando la verdad:
- Contratarás al primer tipo de candidato y espantarás al segundo tipo;
- Evitarás empleados rencorosos que intenten devolverte la moneda a la primera oportunidad. Donde las dan, las toman.
Reflexión 11 – Incoherentes y cobardes 26 octubre 2009
Posted by ElConfidenteXXI in Comportamiento organizativo, Honestidad.Tags: Comportamiento, Honestidad, Valentía
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Recientemente, todos los empleados hemos rellenado una encuesta de satisfacción, que cubrían parámetros como: liderazgo del equipo directivo, profesionalidad en el trato diario, oportunidades de desarrollo, etc.
Obviamente, nuestra oficina no ha quedado muy bien parada en el ránkin de empresas. Supongo que a los que leeis este blog de manera frecuente no os habrá extrañado; pero inexplicablemente, la publicación de estos resultados ha generado gran revuelo en la oficina, además de incredulidad e indignación. El cabreo se debe a que los directores no han aceptado de buena gana el severo correctivo de los resultados, y la descripción sin pelos en la lengua de los principales problemas de la empresa.
Pero, ¿Cómo se han atrevido? ¿Y estos peleles quienes se creen que son? Estas y otras memeces se han repetido a diario por un grupo afin al actual equipo directivo. No sólo esto, sino que estos comprados van preguntando a sus compañeros si están de acuerdo con los comentarios publicados. Tristemente, frente a esta situación, todos nos vestimos de San Pedro y negamos la mayor.
¿Pero no era esta una encuesta anónima en la que se nos invitaba a sincerarnos sobre el funcionamiento de la empresa? Entonces, ¿Por qué se interrogando a todos los consultores, uno a uno, para encontrar a los culpables? ¿Por qué los directores se rasgan las vestiduras si ellos son los culpables? ¿No sería mejor que dedicasen sus esfuerzos a mejorar el trato con los empleados para que los resultados del año que viene sean mejores?
Reflexión 8 – No te preocupes, estos se lo creen todo 9 octubre 2009
Posted by ElConfidenteXXI in Honestidad.Tags: Honestidad, Profesionalidad, Valentía
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Algunas veces me pregunto si los directors de las empresas se creen que el resto de empleados somos memos y simples borregos. De lo contrario no me explico la siguiente anécdota:
Durante los últimos meses, el director y su cúpula han organizado reuniones de oficina para compartir con todos los empleados los resultados de la empresa. Este ejercicio de transparencia sería digno de alabanza si no fuese porque mienten de manera descabellada e impune al personal. ¿Cómo puede un Director decir que reitera su compromiso, pidiendo trabajo y sacrificio a los empleados cuando está activamente inmerso en un proceso de entrevistas con otras consultoras? Muchos compañeros míos de otras consultoras me han confirmado: el Director y su equipo están activamente ofreciéndose al mejor postor.
Entiendo que uno busque lo mejor para sí mismo y su familia – especialmente en estos momentos de crisis. Sin embargo, la marcha de este director significaría el cierre de nuestra empresa. Entonces, ¿por qué mentir a la oficina? ¿Por qué no decirlo y permitir que el resto de plantilla tenga la oportunidad de buscar un trabajo como él lo está haciendo? Esta sería la actitud de un director consciente de la responsabilidad que tiene para con sus empleados y sus familias. Me pregunto si este director debió faltar a la asignatura de ética cuando cursó su MBA en Estados Unidos.
Es triste ver cómo algunos directores distorsionan la información para manipular a sus empleados, clientes, accionistas, etc. No son más que fanfarrones que mienten mirándote a los ojos. Y es que como oí decir a un director a otro en privado hace dos días: «No te preocupes, estos se lo creen todo.»
Cómo hundir una empresa en 100 días ... o menos 